Cambio Climático
COP 15 – Copenhague


Desde el año 1988, en que se conformó el Panel Intergubernamental de Cambio Climático (IPCC), las naciones han tomado distinto grado de participación y compromiso en la temática ambiental, pero la realidad muestra que en general esas acciones no guardan una directa relación con la real influencia humana al ambiente.

La denominada “Cumbre de la Tierra” realizada el año 1992 en la Ciudad de Río de Janeiro, parecía haber definido con claridad el grado de afectación de las emisiones de los gases de efecto invernadero (GEI), a tal punto que el documento final, con el compromiso de reducción de emisiones, es firmado por distintas naciones del planeta, entre las que se encontraba Estados Unidos.

Es en el año 1997, en la tercera Conferencia de las Partes (COP 3) realizada en Kyoto, donde se produce un real salto significativo en cuanto a definición de metas: los países industrializados acuerdan alcanzar objetivos obligatorios en cuanto al nivel de emisiones, fijando importantes reducciones para fines del primer decenio del presente milenio.

A poco de transitar el camino fijado y ante la necesidad de establecer las reglas de implementación, Estados Unidos decide no ratificar el Protocolo de Kyoto. Dicha actitud implicó para la época que el país con mayor nivel de emisiones de GEI quedara fuera de las responsabilidades asumidas.

Desde el año 2000 hasta el 2008, en las sucesivas COP se han definido objetivos de relevancia, que suman al interés general, tales como las reglas de implementación para los Mecanismos de Desarrollo Límpido (MDL). Sin embargo, y aun habiéndose diseñado el “Mapa de Ruta de Balí” con el acuerdo internacional de áreas clave como la mitigación, adaptación, tecnología y financiamiento, poco se ha concretado en la práctica y la realidad es que las condiciones ambientales han empeorado.

Lo que en su momento se pensó lejano hoy es una realidad: la deforestación, los procesos industriales descontrolados e irresponsables y el uso de la tierra en forma indiscriminada son características de nuestra época. En definitiva, la despreocupación por nuestro medio de vida hoy golpea nuestras puertas.

El actual seudo desarrollo que solo beneficia a unos pocos y está vulnerando los derechos de miles de millones de seres humanos genera consecuencias graves como variaciones del clima casi impredecibles que desencadenan catástrofes naturales y afectan a miles de personas, sequías que provocan hambrunas y forzadas migraciones que comienzan a delinear la figura de los “refugiados ambientales”.

Las naciones más contaminantes parecen haber reflexionado. Pongamos la esperanza en la reunión de Copenhague, aún estamos a tiempo, hay consecuencias ambientales que todavía estamos a tiempo de evitar. Es fundamental reducir las emisiones, pero queda claro que cualquier acción a emprender necesitará de tecnología de los países más desarrollados y, especialmente, del compromiso de estos de aunar esfuerzos con el fin de lograr la adaptación que permita el desarrollo social en el marco de la equidad y el derecho.

 

 

COP15

ANTECEDENTES

* Lic. Nancy Lagos

 

Entre los días 8 y 17 de diciembre de este año, se llevará a cabo en la ciudad de Copenhague (Dinamarca), la 15 Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP15). La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC), con sus 192 Partes, cuenta entre sus miembros a casi todos los países del mundo y es el Tratado que sirve de base al Protocolo de Kyoto de 1997. Éste cuenta hasta la fecha con 185 Partes miembros. En el contexto del Protocolo, 37 Estados –países muy industrializados o en proceso de transición a una economía de mercado- tienen compromisos jurídicamente vinculantes de reducción de las emisiones. El objetivo último de ambos tratados es estabilizar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera situándolas en un nivel que impida interferencias humanas nocivas en el sistema climático.

La COP15 será vital para las negociaciones internacionales en cambio climático. Las partes de la CMNUCC acordaron en la COP13 de Bali que las negociaciones sobre un futuro acuerdo deberían concluir en la COP15. El año 2009 será una de las últimas oportunidades para un acuerdo antes de que finalice el plazo comprendido por el Protocolo de Kyoto, que establece compromisos para disminuir la emisión de Gases de Efecto Invernadero (GEI) para el período 2008-2012.

El objetivo de la COP15 es lograr un acuerdo global que incluya a todos los países del mundo y que establezca objetivos ambiciosos para la reducción de las emisiones de GEI, a partir del año 2012.

Se espera que para esta conferencia acudan participantes de mas de 170 países. El número total de delegados nacionales, ministros y representantes de ONGs se estima entre 12.000 y 15.000.

Según el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, para 2020 los países industrializados deberían reducir el total de sus emisiones entre un 25% y un 40% con respecto a los niveles de 1990, para poder evitar los efectos más dramáticos del cambio climático, y las emisiones mundiales deberían reducirse al menos un 50% para 2050. Incluso en este escenario, habría sólo un 50% de probabilidades de evitar las consecuencias más catastróficas.

 

*Unidad de Ambiente y Desarrollo Sostenible

Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires