COP 15
Cambio Climático

Una realidad
Un compromiso. Una nueva esperanza

* Lic. Nancy Lago

Hace pocos días finalizó la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP15, en la ciudad de Copenhague. Muchas voces han definido como decepcionantes a los resultados de la misma. Sin embargo, es necesario realizar un balance de lo sucedido y de aquellos aspectos sobre los que se produjeron avances.

Por fuera del marco de las negociaciones que se venían realizando en la COP 15, Estados Unidos, China, India, Brasil y Sudáfrica (a los que luego se sumaron varios países) firmaron el denominado “Acuerdo de Copenhague”.

Dicho acuerdo podría considerarse como un documento base y, contrariamente a lo que pedían varios países, no es de carácter vinculante. Como aspecto central de este acuerdo, se reconoce la necesidad de establecer que la temperatura media global no exceda los 2 ºC. Asimismo, en el texto se destaca lo siguiente:

• Los países desarrollados deberán proveer recursos financieros adecuados, predecibles y sostenibles, así como también tecnología y construcción de capacidades, con el fin de implementar acciones de adaptación en países en desarrollo.

• Los países desarrollados se comprometen a movilizar en forma conjunta varios miles de millones de dólares por año hasta el año 2020 con el fin de responder a las necesidades de los países en desarrollo.

• Se establecerá un Mecanismo de Transferencia de Tecnología para acelerar el desarrollo tecnológico y su transferencia de modo de sustentar las acciones de adaptación y mitigación para los países en desarrollo.

A partir del acuerdo alcanzado, los países pertenecientes al Anexo I del Protocolo de Kyoto (aquellos países que deben disminuir sus emisiones de Gases de Efecto Invernadero) deberán definir el porcentaje de reducción de emisiones para el año 2020. Por su parte, los países en desarrollo también deberán implementar medidas de disminución de emisiones, para lo que deberán elegir cuál será su modo de desarrollo y cuáles serán las fuentes de energía que deberán utilizar para que esta disminución sea efectiva.

Como conclusión principal, se podría señalar que existe un interés mundial para la implementación de medidas que tiendan a neutralizar y minimizar el cambio climático, tanto por los países desarrollados como por los países en desarrollo.

Como habitantes de una gran metrópolis, quienes vivimos en la Ciudad de Buenos Aires tenemos una responsabilidad que debemos asumir para comprometernos con esta lucha. Es por ello que debemos plantearnos, como sociedad e individualmente, sobre la forma en que consumimos, obtenemos y utilizamos la energía, nos transportamos y generamos desechos.

 

* Unidad de Ambiente y Desarrollo Sostenible
Defensoría del Pueblo de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires