Exposición en la Audiencia Pública: "Declárase integrante del patrimonio cultural de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en la categoría "monumento", de acuerdo a la Ley 1227, al monumento a Cristóbal Colón, emplazado en la plaza homónima"

 

 

27 de agosto de 2013


 

Sra. Presidenta (Rueda).- Se encuentra presente Atilio Alimena, de la Defensoría del Pueblo.

Sr. Alimena.- Gracias, señora presidenta y señores legisladores.

Se ha hablado de todo, de la importancia del patrimonio cultural, de la Ley 24.588 de intereses del Estado, del porqué de la Ley 5.105 que dio origen a la donación del monumento. Yo quiero agregar algo: el Gobierno Nacional se tendría que preocupar de muchos otros monumentos. Por ejemplo, el Monumento a los Españoles, donado por esta colectividad en 1910 con las mismas características del monumento a Colón. Si la preocupación es por los monumentos, debe haber no menos de cien monumentos donados por distintas colectividades en las mismas condiciones.

La Legislatura tendría que empezar a trabajar para rever lo que ya está expresado. ¿Por qué digo esto? Como legislador de esta casa, en muchas oportunidades, durante las sesiones, yo mencionaba que los argentinos tenemos la costumbre de hacer leyes para que se cumplan las leyes. Debemos ser uno de los pocos países que tenemos tres o cuatro leyes para expresar exactamente lo mismo. Cuando uno llega a la última, dice "cúmplase la primera ley".

¿Por qué sucede esto? Lo que nos está sucediendo hoy con el monumento a Colón y la Plaza Colón es la mejor expresión. Hoy estamos discutiendo en esta audiencia pública si declarar patrimonio cultural a un monumento que ya forma parte de la cultura. Forma parte, como el resto de los monumentos, del patrimonio que la Ciudad tiene a su cargo y que le es legado constitucionalmente para que se responsabilice de él.

Entonces, ¿por qué esta sucesión de leyes? El dictado sucesivo de leyes surge ante el interés sectario, los atropellos, los caprichos y los desacatos. ¿Por qué digo "atropellos, caprichos y desacatos"? El día 31 de mayo, junto a la diputada Lía Rueda, tuvimos el beneplácito –no sé si llamarlo honor– de estar presentes en la Plaza Colón junto con algún representante de alguna ONG que también estaba en el lugar. El jefe de la casa militar pretendió expulsarnos, explayándose al respecto con que la plaza era propiedad del Gobierno, razón por la cual había Policía Federal y soldados del Regimiento de Granaderos.

En ese momento, me imaginé al Regimiento Patricios, regimiento de la Ciudad, combatiendo contra los Granaderos. Me imaginaba esto porque estaba la Policía Metropolitana afuera, la Policía Federal que nos pretendía expulsar y nosotros, reclamando la inmunidad que correspondía y la presencia en nuestro territorio. Yo expresaba "no traje el pasaporte, qué error que he cometido". Después se recapacitó. Nos invitaron a ingresar a Casa de Gobierno y ahí se terminó de cerrar el círculo.

Por eso decía que estas leyes tratan de impedir los intereses sectarios, atropellos caprichos y desacatos.
Se nos decía que era una decisión de la señora Presidenta de la Nación, que era un concepto de revisionismo histórico de un sector; por eso, aclaraba. Y que la decisión era únicamente del Estado Nacional y que este estaba por encima de todo. La realidad es que es evidente –como ya se ha expresado– que hay un atropello, una violación constitucional, una negación de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires pero, esencialmente, hechos graves que creo que no están siendo tenidos en cuenta.

Alguien dijo anteriormente que el hecho de ver a Colón acostado era algo simbólico. Sí, me animo a decir que es algo simbólico. Es la expresión del poder, porque se sabía que no se iba a poder sacar; sin embargo, se bajó, sabiendo que no era necesario para la reparación y mantenimiento bajarlo. Pero se expresó la decisión de poder: "Yo lo bajo". "Hago lo que quiero". Lo cual es algo gravísimo porque habla de desacato frente a la ley y de desobediencia frente a la Constitución. Si lo hace cualquiera de nosotros estaríamos constituyendo un delito; si lo hace un Presidente de la Nación, es la desarticulación de una Nación. Me animo a decirlo y me hago responsable: estamos en presencia de un hecho anárquico o que llama a la anarquía.

Creo que más allá del hecho simbólico y la necesaria defensa del monumento y del espacio público y de la defensa de la autonomía de la Ciudad de Buenos Aires y de la defensa de la Constitución Nacional y de la Constitución de la Ciudad, nos debe llamar a la reflexión algo que segura y lamentablemente, por todas las situaciones que estamos viviendo, la Ciudad de Buenos Aires va a tener que hacerle frente.

Señora presidenta: me preocupa profundamente –más allá del hecho en sí del monumento y de lo que estamos tratando– que estos hechos estén presentes o que los tenga presentes la Legislatura de la Ciudad. Porque lo que hoy se nos plantea como una situación de cumplimiento efectivo, de una digna responsabilidad de que estén los funcionarios de Espacio Público y la Policía Metropolitana, de continuar este atropello y estas decisiones sectoriales y antojadizas puedan llevar en determinado momento a un enfrentamiento grave, como lo hemos tenido que vivir con usted, que fue simplemente una discusión. No quiero llegar a pensar que así como se hizo intervenir a la Policía Federal, y por lo bajo nos decían: "Nos están obligando", "A mí me mandaron", se repita esta situación para sacar algún elemento de la Plaza Colón; porque cualquier pieza que se quiera sacar estaría constituyendo un delito, aunque lo haga la mismísima señora Presidenta de la Nación; y eso llevaría a actuar a la Policía Metropolitana o a cualquiera de nosotros como funcionarios frente al atropello que se le va obligar a hacer a la autoridad policial, como lo vivimos nosotros con la diputada, en este caso ante la Policía Federal.

No quiero llegar a pensar que, más allá del respeto del espacio público y del monumento, así como se pudo utilizar esto como se usó, acostando el monumento de Colón, se pueda llegar a utilizar un acto de fuerza para justificar cualquier otro procedimiento que quieran llevar adelante de manera antojadiza la señora Presidenta de la Nación o alguno de los funcionarios que, lamentablemente, se han expresado al respecto.

Por último, señora presidenta, quiero hacer mención a algo, y ya volviendo un poco más a lo terrenal. Cuando se hicieron los trabajos, uno de los planteos que se hicieron desde Casa de Gobierno y de la señora Presidenta, era tener presente a Juana Azurduy frente al casi repugnante, como se lo describió, Cristóbal Colón. Cuando se hicieron los trabajos de recuperación de la Aduana Taylor, uno de los puntos que se tuvo en cuenta fue el siguiente. Voy a leerlo porque es muy corto, dice: "El Museo Aduana Taylor se integra con el área de Parque y Centro Cultural del Bicentenario…” –que tanto ha hablado la señora Presidenta– “…con la integración con lo que es el edificio del ex Correo Central, remitiéndose su actual situación de corredor vial en un auténtico corredor cívico cultural. Este parque lineal ubicado entre el centro histórico del nuevo barrio de Puerto Madero tenderá a revalorizar una de las áreas más emblemáticas del país, legítima heredera de la historia plural de la Nación".

O la señora Presidenta fue mal informada o tiene una profunda intencionalidad de generar una discusión totalmente innecesaria, porque es obligación del Gobierno Nacional llevar adelante los trabajos a que se ha comprometido. Y hasta ahora lo único que veo es el helipuerto y un obrador de una prolongación del subterráneo que pretende ahora tirárselo por la cabeza a la Ciudad de Buenos Aires, como hizo inicialmente con toda la red de subterráneos. En ese espacio podría integrar el monumento a Juana Azurday, el monumento a Colón y muchos otros monumentos que hacen justamente a la historia plural de la Nación, que es donde podría llevar a todos los jóvenes para que conozcan nuestra realidad nacional.

Desde la Defensoría estamos muy preocupados, porque en otra causa que corre en paralelo con la que han presentado desde la Asociación Basta de Demoler, donde hacemos hincapié más sobre tema constitucional, la violación y atropello sobre la jurisdicción, el Gobierno Nacional en una de las contestaciones sobre las objeciones que ha presentado dice que para constituirse la Plaza Colón se usaron restos de la demolición de la Aduana Taylor.

Por último, señora Presidenta, les sugiero que los diputados estén atentos porque, siguiendo este procedimiento que expone la Presidencia de la Nación, con seguridad se va a hacer el reclamo de tierras y pertenencias desde Parque Lezama hasta Barrancas de Belgrano, que han sido rellenados con las mismas características y con muchos de los elementos que constituían terrenos de orden nacional.

Muchas gracias. (Aplausos).