Exposición en la Audiencia Pública: "Análisis de los proyectos de pliegos de condiciones particulares y de especificaciones técnicas para la contratación del Servicio Público de Higiene Urbana - fracción húmedos"

 

17 de enero 2013


 

Sr. Coordinador (Barra).- Corresponde que haga uso de la palabra el Defensor del Pueblo, Atilio Alimena.

Sr. Alimena.- Buenas tardes.

Voy a dividir mi exposición en dos partes. Una rápida, porque en realidad todo lo que se ha ido vertiendo ha sido muy claro y han sido muy objetivas muchas de las cosas que yo tenía incluidas que se han analizado en la Defensoría.

Voy a remarcar algunas cosas nada más para entrar en la cuestión de fondo. Creo que es muy meritoria la aplicación concreta de lo que fue en sus inicios la Ley 992, la tecnificación, división en zonas y demás. Creo que se tendrá que profundizar, sobre todo, en lo que hace a las plantas verdes para actualizarlo con toda la tecnología necesaria y poder ir aumentando en el tiempo todos esos procesamientos con mejores tecnologías.

Quiero hacer una sugerencia. Sé que hay algunos conflictos con respecto al tema de ubicación de contenedores en la parte de ciclovías y bicisendas. Sería interesante analizar los contenedores soterrados que se establecen para el sector de Microcentro, tenerlos en cuenta para casos puntuales que puedan generar algún tipo de conflicto especial.

Asimismo, algunos relevamientos que hemos hecho desde la Defensoría, nos dan que sería conveniente considerar algún tipo de dársenas para ubicar concretamente los contenedores porque, evidentemente, entre la falta de culturización del sistema y la cultura argentina que es: “necesito este lugar”, los contenedores a veces flotan de un lado para el otro, los van corriendo y creo que eso va a ir en contra de la operatividad del sistema previsto.

Con respecto al sistema de difusión, un parrafito del plan de relaciones con la comunidad que está previsto. Hace ocho años hicimos un trabajo muy profundo en la Defensoría al respecto, porque esto ya fue incluido en otros pliegos de licitación. La realidad es que la experiencia que nosotros pudimos recoger de todo lo que analizamos, es que este procedimiento no servía. Creo que se va a tener en cuenta un procedimiento de seguimiento muy estricto y con pautas muy claras del Poder Ejecutivo para evitar que esto fracase nuevamente. Y como bien se dijo, creo que va a ser un eje central para que se puedan concretar de ahora en más todos los procedimientos que hacen a una gestión de residuo integral.

Con relación a la inclusión de barrios carenciados, la Defensoría General que viene siguiendo el tema, ya hizo mención, como así también otras personas. Lo fundamental en eso es que no se puede constituir en una buena intención.

También desde la Defensoría mencionaron lo que es el barrio Los Piletones, la Villa 15 y la Villa 1.11.14; hasta hemos tenido que plantear en algún momento denuncias y una emergencia sanitaria en la ciudad. En algunos casos, como se mencionó, afortunadamente y para satisfacción de todos los que trabajaron en el tema, vemos que se han concretado ciertas soluciones, pero creo que debe ser una acción real y permanente. El ejemplo, señor Ministro, si me permite –creo que usted lo conoce–, sería la recuperación de los barrios en Medellín. Creo que eran mucho más intrincados que los nuestros y más complejos, donde la gente moría a diario y allí se ha logrado. Usted ha dado ejemplos con algunos trabajos que han comenzado en la Villa 31 y lo que se ha hecho en Los Piletones; o sea que creo que eso se puede recuperar en todos.

Ahora me gustaría ocupar el tiempo en una cuestión de fondo, que desde la Defensoría tenemos muy claro y que venimos siguiendo permanentemente. Hablar de gestión de residuos sólidos urbanos sin tener en cuenta el marco nacional que tiene esto y que está previsto en las leyes nacionales, es estar perdiendo el tiempo, ya sea en verano, otoño, invierno, es decir, en cualquier momento y estación del año.

La Ciudad de Buenos Aires está inmersa en una región. No es una isla, como no lo es ninguna de las grandes ciudades del mundo. Esas regiones funcionan en conjunto. Deberían funcionar en conjunto acá, como funcionan en todos los países como Italia, Francia y hasta Uruguay, que es un país muy chiquito con la cantidad de habitantes que tiene la Ciudad de Buenos Aires.

Uno ve que la contenerización en Uruguay es pareja en todos lados. Si tenemos en cuenta otros países de Europa cuando se toman determinaciones, por ejemplo, hay un sistema impositivo tanto en Italia, como en España y Alemania, donde se recauda en función de la venta de envases no retornables o en función de bolsas o de packaging que pagan las empresas. Ese dinero va a la nación y ésta automática y mensualmente desembolsa a cada uno de los estados para que puedan aplicar directamente en tecnología, planta y cobertura de mano de obra.

Si esto no se instala de esa forma, por más esfuerzo que haga el señor ministro, el señor subsecretario o los directores, acá no va a funcionar. Vamos a algo concreto: hace siete años la Ciudad de Buenos Aires firmó una serie de convenios con la provincia de Buenos Aires. Veo al señor ministro que hace acciones casi sobrehumanas para luchar con todo lo que hace a la cuestión de áridos, pero la realidad es que, de las 2.000 toneladas de áridos, 1.000 o 1.200 vienen de la provincia de Buenos Aires. También se habló del incremento, que se repite sistemáticamente. La Ciudad de Buenos Aires aumentó la cantidad de residuos. La Ciudad de Buenos Aires no solo recibe sus áridos; como la provincia de Buenos Aires no tiene plantas de transferencia, vienen a descargar en la planta de transferencia de la zona sur.

Eso no tiene nada de malo. Esto es como la vieja discusión sobre si un chico de la Ciudad de Buenos Aires puede ir a una escuela o a un hospital de la provincia o si un chico de la provincia puede venir a la Ciudad de Buenos Aires. Es una ridiculez que no merece el más mínimo análisis, porque esto es la República Argentina. Por lo menos así me lo vendieron.

La realidad es que esto, insisto, se tiene que trabajar de manera conjunta a nivel regional con la provincia de Buenos Aires y también a nivel nacional. Escuchar a un funcionario del más alto nivel de la Nación mencionar que no iba a haber más relleno sanitario, es desconocer la ley nacional que establece que tienen que preverse los lugares destinados para la disposición final de residuos. ¿Por qué? Porque todo esto requeriría de tecnología, que es lo que todavía no tenemos, y espero que, ya que han dado los primeros pasos con la planta de MTB y los centros verdes, esto se continúe y realmente se concreten las otras dos plantas que tienen previstas, como la de áridos y demás.

Si uno camina un poquito el mundo, se puede encontrar, por ejemplo, con que acá dentro tienen casi 1,5 kilo de residuos. ¿Esto qué es? Esto es tecnología. Es de una planta de Roma, donde entran los residuos. No hay problema de que la bolsa sea degradable o biodegradable porque se saca, después se recupera y directamente se elimina. Se hace todo un proceso de separación, como afortunadamente ya lo vamos a tener; continúa y una parte va a compostaje y otra a un proceso a alta temperatura, sin ningún tipo de contaminación. Se procesa, se gasifica y ese gas va para mover motores que generan energía, que va a la ciudad y, como conclusión, se saca esto. O sea que inexorablemente siempre va a quedar algo para la disposición final.

Si somos muy ordenados y no hacemos las cosas atadas con alambre, seguramente nos vamos a quedar con un 10 por ciento. Creo que sería muy optimista si en los próximos cuatro años el señor ministro logra que nos quedemos con un 40 por ciento. Vamos a apostar a que todavía lo va a mejorar.

Pensar el sistema de la gestión de residuos fuera de un marco nacional es realmente no solo desconocer la temática de la gestión de residuos, sino también no tener ningún tipo de política ni previsión en la materia. Esto es exactamente igual a lo que puede ser la gestión de educación, de salud o un plan de seguridad para un país.

Los residuos inexorablemente se van a seguir generando y hay que afrontar las responsabilidades que caben en cuanto a la ley de embalaje, por ejemplo, que únicamente se puede manejar a nivel nacional; no sirve a nivel distrital. La Ciudad de Buenos Aires también tendrá que convenirlo con su hermana provincia de Buenos Aires en lo que hace a la gestión. Ahora no viene al caso, pero les dejo el título: a la gestión de residuos industriales y patogénicos.

Afortunadamente, en esta ciudad generamos alrededor de 40 toneladas diarias de residuos patogénicos y no los tenemos que disponer nosotros. O sea que no sé a dónde van a parar, pero a alguno se los tiramos. ¿Por qué? Porque la gestión está prohibida en la Ciudad de Buenos Aires.

Ahora me pregunto: ¿no será momento de reconsiderar bajo ciertos condicionamientos tecnológicos y ambientales cómo vamos a ocuparnos de ese tema? Ya nos amenazaron con que no vamos a poder mandar más residuos a la provincia de Buenos Aires y, lamentablemente, tienen razón en lo que están planteando según la situación actual y cómo se ve esto.

Me pregunto: si algún día los camiones que transportan esos residuos patogénicos son interceptados al cruzar la Avenida General Paz, ¿cómo los vamos a tratar acá dentro? Eso lo dejaremos para la reflexión. Les agradezco. (Aplausos).