Subsidios al transporte

Incremento en la tarifa del Transporte Subterráneo

 

 

La tarifa del transporte de pasajeros en el país adoleció, a lo largo de los años, de un adecuado análisis a los fines de establecer una criteriosa estructura que posibilitara la pertinente consideración de los costos de explotación e inversión.

Así como resultado de esa falta de criterio, y una pseuda responsabilidad social, el Estado abdicó en el resguardo y garantía para la prestación de un servicio básico como el transporte, que hace al derecho esencial de las personas.

Luego que pasara a manos privadas la totalidad del servicio en el caso del transporte automotor de pasajeros, fue concesionada la prestación del servicio ferroviario, de superficie y subterráneo.

En los últimos 10 años, como respuesta a la crisis económica del año 2001 y en nombre de la “responsabilidad social”, mediante el otorgamiento de subsidios indirectos hacia los usuarios de dicho servicio, se transfirió una millonaria suma de dinero a los propietarios de las empresas prestadoras, o bien a las empresas concesionarias prestadoras de los servicios, tal el caso del ferrocarril y subterráneo. Mediante tal accionar se pretendió demostrar una actitud superadora para el logro de la prestación eficiente y efectiva del servicio de transporte de pasajeros.

Al efecto de la asignación de los cuantiosos aportes “De Todos los Argentinos” se dictaron distintas resoluciones desde la Secretaría de Transporte de la Nación, primero dependiendo del Ministro de Planificación Federal y con posterioridad al desastre ferroviario de Plaza Once del Ministro del Interior.

Dicha distribución publicada por el Gobierno Nacional en la página http://www.mininterior.gov.ar/web_transporte/subte.php?idLinea= , detalla el bondadoso reparto de miles de millones de pesos sin mediar seguimiento efectivo para comprobar su aplicación concreta. Todo ello en desmedro del derecho de los habitantes de nuestro país.

En forma reiterada en cada Resolución referida a las “Compensaciones tarifarias al transporte público de pasajeros de carácter urbano y suburbano”, se menciona y define “Que por aplicación de la metodología antes mencionada corresponde actualizar el cálculo de costos, de acuerdo con la información elaborada por la Comisión Nacional de Regulación de Transporte, organismo descentralizado actuante en el ámbito de la Secretaría de Transporte del Ministerio del Interior y Transporte”, situación que describe con claridad que tal composición económica es la necesaria para la prestación efectiva y eficiente del Servicio.

A los efectos del otorgamiento / reparto de los miles de millones de pesos, en la Resolución 422/2012 del Ministerio del Interior y Transporte, al igual que en las anteriores resoluciones referidas a dichas transferencias de fondos públicos, se adjuntan anexos donde se detalla en múltiples carillas las distintas variables de análisis para la determinación del costo.

Es mediante ese intrincado, inexpugnable e incontrolable proceso como se decide y organiza el reparto de las retribuciones económicas a ser otorgadas. Esta metodología mantenida a lo largo de los últimos diez años, cae por su propio peso al constatar el estado de las unidades de transporte y el servicio que se presta, sea de tipo automotor o ferroviario.

En la práctica tal metodología de subsidio indirecto al usuario trajo aparejado un deterioro constante del sistema de transporte, todo ello por la negligencia, interés particular o desinterés frente al control; cercenando sus legítimos derechos además de generar un sistemático riesgo frente a la seguridad humana. http://www.alimena.org/intervenciones/Transporte%20resumen.htm

Lamentablemente las afectaciones descriptas en el párrafo anterior, han quedado plasmadas a través de reiterados sucesos que no solo avasallaron derechos, pues arrasaron con el derecho fundamental de las personas: La Vida.

Analizando en particular las compensaciones referidas al servicio de transporte subterráneo para el año 2012, se observa que la previsión de subsidio en base al cálculo de costo se establecía en un monto de $ 720 millones como aporte para cubrir la explotación y servicio.

En función de lo explicitado en el acta acuerdo de “Transferencia de los Servicios de Transporte Subterráneo y Premetro” , dicho monto se absorbió por partes iguales entre el Estado Nacional y el Estado de la Ciudad de Buenos Aires.

El primero se comprometió a integrar la suma de $ 360 millones, ya incluída en el presupuesto Nacional, mediante el pago de 12 cuotas mensuales consecutivas; la Ciudad de Buenos Aires, sin previsión presupuestaria al respecto, integró los $ 360 millones mediante el sinceramiento tarifario, pasando la tarifa de $1,10 a $2,50.

Transcurrido el año 2012, la Ciudad deberá integrar la totalidad de los fondos sincerando la totalidad de la tarifa. Resulta, por lo tanto, imperioso generar un verdadero y efectivo subsidio directo hacia los usuarios “...que integren sectores sociales vulnerables que serán determinados por la autoridad de aplicación”, tal se explicita en el artículo 36 de la ley 4472.

Mediante los procedimientos descriptos se concluiría con la perversa e indiscriminada transferencia de fondos al concesionario del servicio, restableciendo el derecho de los usuarios al uso de un servicio eficiente, efectivo y solidario, dando respuesta a un derecho esencial, previsto además en la Ley de Regulación y Reestructuración del Sistema de Transporte Ferroviario de Pasajeros de Superficie y Subterráneo en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, ley 4472.

Por último cabe preguntarse si existe un plan de transporte a nivel Nacional, pues si bien el subterráneo se encuentra en el ejido de la Ciudad de Buenos Aires, presta un servicio de conexión dentro del sistema de articulación multimodal en la Región Metropolitana. La situación descripta parecería ser desconocida o al menos no considerada por las autoridades Nacionales, a las que solo les resultó interesante recuperar los módicos $700 millones, destinados para el servicio de transporte subterráneo y premetro, sin especificar ningún tipo de plan o acción coherente y sostenido.

Solo resta esperar que dichos fondos no pasen a engrosar el amplio espectro de subsidios sin control.

 

 

5 de Marzo de 2013